Más de 200 personas han apostado ya y Parra espera muchas más
Parra ha elegido hacer el Camino Francés. Con una mochila a la espalda repleta de pegatinas y pins de GNU/Linux, Parra echó a andar desde Burgos. Sin ninguna experiencia en senderismo, se había propuesto hacer algo más de 20 kilómetros al día. "Pero llevo una media de 43 kilómetros diarios y no me lo esperaba", cuenta. Como cualquier otro peregrino se levanta muy temprano para iniciar la caminata lo antes posible. Sabe que si llega tarde se puede quedar sin lugar donde dormir o comer.
"Se me ha ido un poco de las manos. Las apuestas se cerrarán cuando me retire o cuando llegue a Santiago", explica. Más de 200 personas han apostado ya y teme que, con la publicidad, la cosa se desmande. Pero, por una causa como la del software libre, él se compromete a cubrir todas las apuestas. "Estoy ahorrando y tengo la entrada de la casa", bromea.
Su periplo puede seguirse desde su cuenta en Facebook y va tuiteando (@c4rlos) lo que se encuentra por el camino. "El domingo me perdí, yendo a un pueblo que no era, y tuve que darme la vuelta", recuerda mientras afronta una de las etapas más duras, el paso por Foncedabón (León). "Hoy todo es cuesta arriba, está siendo duro", relata. Pero desde Twitter lo animan a seguir. Había pensado llevarse un tablet, pero aunque sólo eran unos centenares de gramos más decidió no echarlo a la mochila. "Me apaño con el móvil y las tres baterías que llevo para ir escribiendo en Twitter y mandando las imágenes", comenta.
Si fracasa pagará todas las apuestas a proyectos de código abierto
Para cuando pasó por el alto leonés, a 1.500 metros sobre el nivel del mar, ya llevaba 250 kilómetros. Aún le queda la mitad del camino y, como en las mejores casas de apuestas, se puede pujar hasta casi las puertas de Santiago. "Es mi apuesta por el software libre", dice.
Fuente: http://m.publico.es/390433
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