Paso 1
Medidas previas
Si deseamos instalar un sistema operativo como Linux, necesitamos tener espacio libre en nuestro disco duro para poder crear nuevas particiones. Igualmente, os aconsejamos encarecidamente que, antes de cargar Linux Mint, realicéis una copia de seguridad de vuestros datos más importantes en una unidad de almacenamiento externa.
Tras introducir el CD de la distro en la unidad lectora e iniciar nuestro ordenador, se cargará la imagen del Live CD en memoria. Así, tendremos la posibilidad de comprobar el funcionamiento de Linux Mint antes de comenzar con la instalación, aunque no todas las funcionalidades estarán habilitadas.
Paso 2
El proceso de instalación
Al pulsar sobre el icono Install del escritorio, se abrirá una ventana y comenzará el proceso de instalación propiamente dicho. Lo primero que nos preguntará es el idioma en el que queremos nuestra distribución. Una vez elegido, un mapa del mundo nos permitirá escoger el país o la ciudad donde vivimos. Con esta información, Linux Mint podrá determinar el uso horario y demás configuraciones regionales correspondientes a nuestro lugar de residencia.
A continuación, deberemos especificar la distribución de teclado que vamos usar y dónde queremos instalar Linux Mint. Llegados a este punto, tendremos que ser cautos con las tres opciones disponibles. Guiado – cambia de tamaño… es ideal para aquellos que tengan Windows instalado en su ordenador y quieran Linux sin borrar nada.
Una barra nos servirá de instrumento para determinar qué cantidad de espacio libre queremos asignar a Linux Mint reduciendo el tamaño de otras particiones; 10 Gbytes serán más que suficientes. Guiado – utilizar todo el disco se orienta a aquellos que deseen tener la distro como único sistema operativo. Si tu ordenador tiene Windows y eliges esta opción, corres el riesgo de borrarlo todo.
Finalmente, la alternativa Manual es la más avanzada y nos da un control total sobre la forma en la que Linux Mint se instalará. Podrás crear las particiones que desees.
Tras elegir la opción que mejor se adapte a nuestras necesidades, una nueva ventana nos mostrará un formulario para crear una cuenta de usuario. Al rellenarlo, opcionalmente se abrirá una ventana que nos permitirá importar las configuraciones de los sistemas que tengamos en nuestro PC.
Finalmente, contemplaremos un resumen de lo que hemos hecho y, mediante el botón Avanzado, tendremos la oportunidad de modificar alguna variable, como por ejemplo, dónde se instalará el gestor de arranque. Si seguimos adelante, Linux Mint procederá a particionar y formatear nuestro disco, quedando configurado con todas las opciones que hayamos escogido previamente.
Paso 3
Linux Mint por primera vez
Una vez concluida la instalación y reiniciado el PC, accederemos por primera vez a Linux Mint. Un breve asistente nos preguntará si queremos crear una cuenta root (superusuario) y habilitar unos mensajes humorísticos en forma de texto llamados fortunes cada vez que abramos una consola.
Justo después, una ventana de bienvenida nos invitará a introducir nuestro nombre de usuario y contraseña, tras lo cual, accederemos al escritorio de Linux Mint. Lo primero que debemos hacer es actualizar el sistema a través de Internet.
Para ello, pulsaremos sobre el botón de inicio situado en la parte inferior izquierda, con el logotipo de Linux Mint y titulado Elyssa (nombre en clave de esta versión), Administración y mintUpdate. Se abrirá una ventana en la que se nos informará de todas las actualizaciones posibles y del grado de importancia. Para proceder a la actualización, pulsaremos sobre el botón Instalar las actualizaciones.
Paso 4
Configura la distro
Linux Mint cuenta con el entorno de escritorio Gnomo, que nos permitirá tener acceso a todas las partes del sistema a través de menús y ventanas. Al pulsar sobre el botón de inicio, nos aparecerá un menú organizado en tres áreas: Sistema, Lugares y Aplicaciones.
A través de la primera tendremos acceso a todas las opciones de configuración de nuestro sistema. La segunda nos permitirá acceder a las unidades de almacenamiento, como discos duros, lectores de CD/DVD, llaves de memoria USB o carpetas en red. La tercera nos mostrará una lista de todas las aplicaciones que tengamos instaladas.
Para configurar nuestra distribución, pulsaremos sobre el botón de inicio y a continuación sobre Centro de Control. Se abrirá una nueva ventana dividida en varias secciones. En la denominada Personal, podremos definir nuestros datos personales o acceder a información relacionada con la sesión en curso.
A través de Visualización y comportamiento, es factible configurar los aspectos estéticos de nuestra distribución, como el estilo de las ventanas, el fondo de escritorio, el salvapantallas y, si nuestra tarjeta gráfica está soportada, tendremos acceso a los menús de configuración de Compiz.
En la sección Internet y Red configuraremos nuestro equipo para acceder a una red local o a Internet. En Hardware tendremos la posibilidad de configurar los dispositivos que tengamos instalados en nuestro ordenador, como impresoras, teclado, ratón o incluso la resolución de pantalla.
Mediante Sistema, podremos disfrutar de una gran cantidad de utilidades para actualizar el sistema, instalar nuevos programas, editar particiones, monitorizar el equipo, gestionar usuarios, configurar el tiempo y muchas otras. Por último, desde Other ajustaremos algunas aplicaciones relacionadas con Bluetooth, Java y el servidor de sonido PulseAudio, entre otros.
Paso 5
Aprovéchalo al máximo
Una de las grandes cualidades de Linux Mint es que una vez instalado, contaremos con un sistema completamente operativo, en el cual podremos disfrutar de una gran variedad de aplicaciones. Éstas se pueden localizar a través del menú Aplicaciones pulsando el botón de inicio.
Accesorios contendrá todas las utilidades relacionadas con el sistema, como un editor de texto básico, la consola, una calculadora y muchas otras. En Gráficos, encontraremos las herramientas relacionadas con el tratamiento de imágenes y diseño, destacando Gimp.
Internet nos mostrará todas las utilidades relacionadas con la Red: Firefox, Thunderbird, clientes de chat y uno BitTorrent, entre otros. En Juegos, hallaremos una gran variedad de videojuegos de todo tipo. Oficina nos ofrecerá un conjunto de aplicaciones ofimáticas, destacando OpenOffice y su procesador de textos, hoja de cálculo, base de datos y presentaciones.
En Sonido y vídeo, descubriremos software multimedia con soporte para la mayor parte de códecs, sobresaliendo la aplicación de grabación de CDs y DVDs Brasero, los reproductores de vídeo MPlayer y Totem y el de música Rhythmbox. Para terminar, Administración y Preferencias nos dará acceso a herramientas de configuración y personalización de Linux Mint, accesibles también desde el Centro de Control.
Paso 6
Instala y desinstala nuevas aplicaciones
A pesar de contar con un gran número de utilidades tras la instalación, sin duda una de las virtudes de Linux es la posibilidad de instalar nuevas aplicaciones. Pulsaremos sobre el botón de inicio y Portal de Software, lo que nos conducirá a una página web de Linux Mint dividida en apartados donde podremos descargarnos nuevos programas con extensión .mint.
Estos archivos de formato especial serán interpretados por el instalador mintInstall y le permitirán seleccionar e instalar los paquetes necesarios. Para desinstalarlos, Linux Mint nos proporciona una sistema muy original. Simplemente, tendremos que pulsar con el botón derecho sobre la aplicación que queramos desinstalar y, a continuación, elegiremos la opción Desinstalar.
Entonces, mintInstall se encargará de borrar los paquetes necesarios y la aplicación desaparecerá de la lista. Por supuesto, podremos cargar y eliminar aplicaciones con el gestor de paquetes Synaptic o haciendo uso de la consola con apt-get.
Paso 7
Sube archivos al servidor
Linux Mint cuenta con una aplicación realmente práctica, se trata de mintUpload, una utilidad que nos permitirá subir archivos a su servidor y guardarlos allí a modo de backup. Tendremos un máximo de 1 Gbyte de almacenamiento y 10 Mbytes por archivo.
Para usarlo, no tendremos más que pulsar con el botón derecho sobre el fichero que queramos subir y elegir la opción Upload. Se abrirá una ventana que, tras definir algunas variables, nos dejará enviar el archivo. En segundos, tendremos nuestro archivo guardado en el servidor y un enlace para acceder a él en cualquier momento.
Conclusión
Linux Mint pone a tu disposición una distribución completa, fácil de usar y que cuenta con todos los programas necesarios para que puedas disfrutar de Linux desde el primer momento. Es una candidata ideal para probar Linux por primera vez. Sin embargo, hemos comprobado que algunos menús y opciones no se encuentran traducidos al castellano. Esperamos que estos detalles sean corregidos en futuras entregas.
Aunque Linux Mint es una de las candidatas a convertirse en la distribución de referencia para usuarios noveles por su sencillez de uso y su aspecto amigable, no queremos concluir este práctico sin apuntar que existen otras alternativas que merece la pena mencionar. Entre ellas, las extendidas Ubuntu o Mandriva, que gozan de un merecido reconocimiento, o las cada vez más populares PCLinuxOS y Mepis.
Prepara tu disco para acoger a esta distribución
Aunque durante el proceso de instalación de Linux Mint se nos darán varias opciones que se adaptarán a la mayor parte de nuestras necesidades, es muy posible que para algunos usuarios más avanzados sea preferible acondicionar el disco duro antes de pasar a la instalación. Sobre todo, para aquellos que necesiten redimensionar varias particiones, moverlas, destruirlas y/o crear otras nuevas.
Linux Mint incluye una aplicación llamada Gparted, disponible al arrancar el Live CD, que te permitirá gestionar las particiones de todos tus discos duros de forma muy eficiente. Para acceder a ella, no tenemos más que pulsar sobre el botón de inicio mintMenu, pulsar sobre Administration y elegir la opción Partition Editor. Se abrirá una ventana a través de la cual podremos modificar con libertad nuestros discos.
Activa el escritorio 3D
Una de las cosas más llamativas de Linux es, sin duda, la posibilidad de usar entornos 3D como Compiz. Aunque no todas las tarjetas gráficas están soportadas, una buena parte de ellas nos permitirán disfrutar de los efectos tridimensionales más impactantes.
Para activar estos efectos, pulsamos sobre el botón de inicio, Preferencias y Apariencia. Una ventana se nos abrirá con varias opciones de personalización; la última pestaña, llamada Efectos Visuales, nos posibilitará activar el escritorio 3D.
Fuente: Pc-Actual
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