Según indican en The Wall Street Journal, estas reglas animan a productores y creadores de contenido a publicar contenidos que promocionen e impulsen las teorias socialistas del presidente Xi Jinping, además de aquellos que ayuden a impulsar la influencia de la cultura china.
Los productores de contenido tendrán prohibido crear y difundir contenido ilegal que por ejemplo filtre secretos nacionales o que dañe las "políticas religiosas" del país. Se deben restringir además los contenidos sensacionalistas o aquellos que por ejemplo animen a los menores a realizar tareas peligrosas.
Para lograrlo se espera que las plataformas de contenido usen algoritmos que monitoricen aquello que está en internet junto a censores humanos que se encargarán de vetar cualquier contenido malo o ilegal en esas plataformas.
Zhu Wei, profesora de Ciencias Políticas y Leyes en la Universidad de China, explicaba que "una de las notas destacadas de esta nueva normativa es que la era de la regulación a través de los algoritmos llega de forma oficial". Para esta experta los algoritmos, como la tecnología, deberían ser neutrales.
El problema es que todas esas medidas imponen un coste enorme para las empresas, que deben implementar sistemas de monitorización realmente ambiciosos que traten de controlar el caudal de contenidos que creadores independientes y corporativos suben a internet.
Fuente : computerhoy
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