La beca, por valor de 2,5 millones de euros, financiará el trabajo de los tres investigadores y los dos programadores, afirma Andrew S. Tanenbaum, profesor de ciencias de la informática en la universidad Vrije en los Países Bajos.
Tanenbaum desarrolló Minix, un sistema operativo basado en parte en Unix que tiene una base de código pequeño e implementa fuertes controles de seguridad.
La última beca permitirá avanzar en conseguir que el sistema operativo sea capaz de arreglar por sí solo cualquier fallo que se detecte, lo que permitirá a los ordenadores ser más fiables, puntualiza Tanenbaum.
Los problemas de software nunca se eliminarán, escribía Tanenbaum en la propuesta del proyecto, pero sistemas operativos como Windows y Linux están diseñados de forma de que sean menos fiables de lo que podrían ser, mantiene. Por ejemplo, los drivers para prestaciones como sonido u otros periféricos se instalan dentro del kernel del sistema operativo o del código core del sistema, lo que hace que si algo va mal, el sistema se cuelgue. Por el contrario, Minix está diseñado de forma que los drivers operan como aplicaciones fuera del kernel, lo que significa que si se estropean el sistema sigue operativo, señala Tanenbaum. En el modelo propuesto por Tanenbaum, otros componentes del sistema operativo funcionan en módulos muy rígidos de forma que, en caso de fallo de uno de ellos, éste no pueda interferir en el funcionamiento de otro, lo que mejora la seguridad global del sistema.
Fuente: IDG
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