Al parecer el equipo que se encarga de Ubuntu GNOME había propuesto un mantenimiento de dos años y tres meses, para que el fin del soporte coincidiese con el lanzamiento de Ubuntu GNOME 16.04.1, la que hubiera sido la opción recomendada de actualización. Sin embargo, no era suficiente para alcanzar estatus de LTS, según el comité técnico de Canonical, puesto que el intervalo entre fin de soporte y actualización era muy justo. Lo mínimo aceptable eran tres años… Y tres años serán.
Dicho de otra forma, toda la familia Ubuntu disfrutará de soporte prolongado y etiqueta LTS en Trusty Tahr, versión a la que le queda un mes exacto para salir del horno. Es la primera vez que sucederá tal cosa, además.
Como apunte a pie de página, no obstante, tengo que comentar que las informaciones son un poco confusas, pues cuando Canonical extendió el tiempo de soporte a las versiones LTS de tres a cinco años, los dos años adicionales se nutren de las actualizaciones de seguridad de las que ya gozaba Ubuntu para servidores. Es decir (y si me equivoco, que alguien me corrija), Ubuntu GNOME debería tener el mismo grado de soporte que el resto.
Más información: OMG Ubuntu
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