Todo esto está ocurriendo en las cortes australianas, donde Apple ya consiguió parar y prohibir la distribución del Galaxy Tab 10.1. A diferencia de con éste, el iPhone 4S ya es un producto a la venta y además Samsung no está pidiendo su bloqueo sino que se les compense económicamente por el uso de 3 patentes relacionadas con la conectividad 3G.
Apple niega por supuesto que las incumplan y aunque parecía estar dispuesta a cooperar, las cosas han cambiado cuando han Samsung indicó que la compensación sería algo internacional pero que en Australia podría pedir otro tipo de medidas.
Ante la negativa de Apple ahora han pedido el código fuente y los acuerdos con operadoras para valorar las patentes y la parte de mercado que se supone que les quita al obtener subsidios para el iPhone 4S que no van a sus móviles.
De todas maneras tiene pinta de que el juez va a pasar de ellos, pero quién sabe, lo mismo con prohibir el Galaxy Tab 10.1 Apple se encuentra luego con que le salga mucho más caro que si lo hubiera dejado venderse sin problemas.
Fuente: Smartoffice y gizmodo
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