Un primer vistazo al entorno nos permite disfrutar de un elegante tema de escritorio y, en líneas generales, de una buena integración con Gnome. El explorador de archivos, Nautilus, pasa a funcionar en modo navegación por defecto, por lo que ya no se abrirán varias ventanas cada vez que queramos acceder a una subcarpeta.

Más universal
Una mejora destacable es que, a partir de esta versión, Fedora cuenta con un instalador de impresoras capaz de reconocer un modelo y dejarlo instalado de forma automática. Lo único que se precisa es conectarlo a un puerto USB. El uso de drivers libres se ve reforzado con el apoyo al proyecto Nouveau para tarjetas gráficas NVIDIA, que se añaden a la lista de soluciones de ATI e Intel, ya soportadas con capacidades 3D. No obstante, siempre nos será posible instalar drivers propietarios si así lo necesitamos.
En el apartado de productividad, Shotwell se convierte en el organizador de fotos por defecto, desplazando a F-Spot y Gthumb, y cuenta con algunas funcionalidades como la publicación de instantáneas en sistemas como Facebook, Picasa o la edición básica de imágenes. Se ha ampliado el número de dispositivos reconocidos por Rhythmbox, que a partir de ahora será capaz de reconocer y gestionar la música de nuestros iPods e iPhones.
También contaremos con Simple Scan, una utilidad que nos permitirá escanear fotos fácilmente. Se ha añadido la herramienta Perfiles de color, de gran utilidad para fotógrafos o profesionales similares a la hora de gestionar las distintas gamas cromáticas, pero, como veréis en el recuadro, merece especial mención la herramienta Déjà Dup, para realizar copias de seguridad, incluida en esta edición. Para los aficionados al microblogging, Fedora nos presenta Pino, un cliente de escritorio con el que estar conectado a redes como Identi.ca o Twitter, y gestionar varias cuentas.
Fuente: pcactual.com