En este último episodio, y la espera de comprobar la autoría del hackeo, la filtración ha revelado las interioridades de la diplomacia europea. Entre ellas destaca la preocupación de Bruselas por la anexión rusa de Crimea, una región que los diplomáticos comunitarios definen como una zona caliente donde se podrían haber desplegado cabezas nucleares. A pesar de estas sospechas, EE.UU. no ha confirmado tal hipótesis.
Charlas confidenciales
Otro cable desvelado, que tiene fecha de julio, muestra la determinación del presidente de China de no plegarse a la guerra comercial con Trump, que el propio Xi Jinping manifestó a una delegación de diplomáticos europeos. En un encuentro privado, Xi les dijo que no se rendiría al acoso de EE.UU. incluso aunque una guerra comercial dañara a todo el mundo. Tal y como consta en la transcripción de la reunión, el presidente Xi dejó muy claro que China no es el patio trasero de nadie y comparó la pugna con Trump con un combate de boxeo sin reglas.
Los documentos filtrados también revelan el empeoramiento de las relaciones entre la UE y EE.UU. tras la subida al poder de Trump. Según escribió un diplomático europeo el 7 de marzo, Bruselas estaba intentando recomponer los lazos con Washington para tratar con la actitud negativa de la UE al principio, que había creado un montón de inseguridad. A pesar de estos problemas, la diplomática que firmaba el cable recomendaba a los 28 países de la UE seguir describiendo a EE.UU. como nuestro más importante aliado a pesar de los desacuerdos en asuntos como el cambio climático, el comercio y el tratado nuclear de Irán.
Lo más insólito de toda esta revelación de secretos oficiales es que ha sido posible gracias a una rudimentaria suplantación de identidad (phishing) contra los correos electrónicos de diplomáticos de Chipre, que dejó al descubierto sus contraseñas para acceder a los documentos confidenciales de la UE. Tras reconocer una posible fuga de información sensible, Bruselas ya está investigando el caso.
Una vez más, todas las sospechas apuntan a China, cuyos hackers parecen encontrarse también detrás del último ciberataque contra empresas estadounidenses como la cadena de hoteles Marriott, que revelaron los datos de sus clientes.
fuentes:.abc.es/
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